Karoshi es un plataformas bastante atípico, ya que para terminar cada una de las veinticinco fases de las que se compone el juego, tendremos que morir.
Así pues, nuestro objetivo será buscar la manera de matarnos dentro del escenario en el que nos encontremos. Podrá ser lanzándonos a la típica trampa de pinchos, tirándonos un bloque en la cabeza, o utilizando una pistola para que la bala rebote por una serie de planchas y nos impacte. Todo vale para acabar con nuestro personaje.
Algunos de los niveles son bastante originales y tendremos que completar puzles relativamente complicados para alcanzar nuestro mortal objetivo. Por ejemplo, en algunos niveles tendremos que cerrar un circuito eléctrico para electrocutarnos.
Karoshi es un juego entretenido, con unos gráficos muy simples y una jugabilidad sencilla pero adictiva. Eso sí, no es para todos los públicos.
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